domingo, 17 de febrero de 2008

Rajoy y Zapatero: Suspensos


   Intento ver la televisión o leer un periódico y parece que me encuentre en un zoco de Túnez: que si uno me va a dar 400€, el otro me va a quitar no sé que impuesto, que si tengo un hijo me va a dar más dinero, ahora me regalan una página web, después me quitan el canon del pen drive, etc... ¿Tienen tan poco carisma nuestros políticos que la única forma de conseguir nuestro voto es comprándolo? Como considero la clase política de este país una causa perdida, hoy es a ellos a los que va dirigido este post, para ver si alguno encuentra la luz en la caverna y llega a asomar su cabeza a la superficie.

   Para los políticos las nuevas tecnologías se reducen a una cuestión muy simple: el precio de los accesos a internet (como si fueran la luz y el gas) y cuanta gente se conecta. Incluso hay alguno que va más allá y ve en la red un lugar para hacer campaña, y es por ello por lo que nos va como nos va.

   
   Señores, tenemos ante nosotros el arma definitiva (y no es de destrucción masiva): internet y todas las demás tecnologías de la información que han surgido a su amparo. Estos últimos años hemos visto como en mayor o menor medida han ido modificando nuestras vidas: los viajes, el aprendizaje, las compras, la enseñanza, las relaciones interpersonales y laborales... y todavía no he escuchado un plan serio en ninguna campaña electoral que haga caso a esta revolución silenciosa que está ocurriendo ante nuestras propias narices y de la que desgraciadamente una vez más podemos quedarnos fuera, como tantas veces nos ha ocurrido a los españoles en la historia.

   El Ingeniero de Telecomunicación es el gran abanderado de esta nueva revolución, el profesional entrenado desde sus inicios para comprender las nuevas tecnologías y hacer uso de ellas, y por tanto somos los encargados de hacer que lleguen a la gente. Pero para esa labor es necesario que los futuros gobiernos comprendan que en el siglo XXI es ahí donde se encuentra el progreso y por tanto es un sector del que hay que preocuparse de forma especial (¿Ministerio de Desarrollo y Nuevas Tecnologías?) y que cabe estimular (por ejemplo: integración universidad-empresa).

   Es cierto que este país tiene grandes problemas, y no cabe duda de que deben afrontarse, pero es hora de mirar al futuro con decisión y hacer una apuesta clara por él. Si en España desarrollamos las nuevas tecnologías y conseguimos que lleguen a la sociedad seremos capaces de competir de igual a igual con cualquier país y veremos como sin darnos cuenta se estimularán otros aspectos como el económico, laboral, social, etc..

   Este post es una reflexión abierta, sin un pensamiento concreto, pero si con una idea clara de cómo debería de ser el futuro.

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pensaba que el Ingeniero Informático era el profesional entrenado para comprender las nuevas tecnologías...

Raff dijo...

Haremos extensible el post a los Ingenieros Informáticos. ¡Todo sea por contentar a la audiencia!